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NUESTROS VALORES
Vivimos infraestructura. Infraestructura es todo lo que forma entorno urbano y nos sirve en nuestra vida diaria. Desde el agua que tomamos, el manejo de los desechos que producimos, las carreteras que usamos para llegar a nuestro trabajo, la electricidad que usan nuestras computadoras, las llamadas que hacemos para comunicarnos, hasta los edificios donde recibimos servicios de educación y salud.
Somos críticos, buscamos cambiar los paradigmas. Nos atrevemos a desafiar al status quo, aunque eso signifique ser los únicos en defender una posición. Cuarenta años de atrasos en infraestructura requieren soluciones poderosas que desafíen los paradigmas actuales. Con un discurso directo, respaldado en evidencia concreta, desafiamos los paradigmas y las perspectivas actuales.
Visión de largo plazo. La escala de los proyectos de infraestructura se mide en décadas. Las decisions tomadas hoy impactarán las generaciones futuras. Por lo tanto, aunque nuestras propuestas no sean populares en el corto plazo, el objetivo debe mantenerse en el largo plazo.
Involucramos a la política. Reconocemos la fuerte influencia política que existe sobre el desarrollo de infraestructura: la infraestructura nace a partir de decisiones políticas. Los cuarenta años de rezago en el que vivimos son el resultado de la brecha existente entre el criterio técnico y la materialización concreta de las políticas públicas. Buscamos compartir información objetiva e independiente de cualquier corriente política. La infraestructura debe servir al bienestar de los ciudadanos y proteger los intereses de las generaciones futuras.
Pensamos global. En un mundo globalizado, el desarrollo de infraestructura implica el intercambio de tecnologías y profesionales de todas las naciones. El mejoramiento de la infraestructura requiere la apertura a nuevas tecnologías y nuevos competidores que van a añadir valor a las condiciones y prácticas existentes. Buscamos compartir información que promueva el desarrollo de infraestructura indiferentemente de su país de origen o transfondo cultural.
La infraestructura debe servir al bienestar de los ciudadanos y proteger los intereses de las generaciones futuras.